Rechazamos y condenamos enérgicamente los ataques ocurridos en los últimos días en la Región de La Araucanía.
Lamentamos enormemente la inseguridad a la que están expuestas las familias y las personas que trabajan o transitan por la zona. Expresamos nuestra solidaridad con las víctimas de los ataques y esperamos que se logre avanzar hacia un acuerdo nacional que nos permita unir nuestras fuerzas para poder derrotar esta ola de atentados terroristas en el sur de Chile.
Estos hechos de violencia ponen en riesgo el desarrollo del país y de una serie de actividades productivas que se desarrollan en la macrozona sur de Chile.
Es difícil entender estos actos en momentos en que iniciamos un camino de diálogo en el marco de la Nueva Constitución sumado al proceso de reactivación económica post pandemia.
Estamos seguros de que la violencia nunca será el camino para resolver las diferencias y hacemos un llamado a seguir los canales institucionales para encaminarlas.
