Historia de la industria en Chile

La salmonicultura comenzó a desarrollarse formalmente en Chile hace poco más de 40 años, con etapas progresivas de crecimiento a nivel local; maduración y ampliación de los actores involucrados; para lograr en la década de los 90 un despegue global de la producción.

Pero hubo una prehistoria. Los primeros procesos, de carácter experimental, datan del siglo XIX con intentos iniciales de introducir salmón en las aguas chilenas. Hay reportes de 1885 sobre la llegada de huevos de salmón y trucha, y de 1905, con la importación de los primeros huevos de salmón del Atlántico (Salmo Salar) y trucha arco iris (Oncorhynchus Mykiss).

El Estado se involucró con diversas iniciativas para impulsar el cultivo del salmón del Pacífico y Chinook, aunque el hito se marcó en 1969 cuando se formalizó un programa para introducir el salmón del Pacífico en Chile, gracias a un acuerdo entre la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), la Asociación de Pesca de Japón y la Agencia Nacional de Pesca de Chile.

El proceso incluyó la capacitación de profesionales y técnicos chilenos en Japón, situación que se repetiría en las siguientes décadas. A mediados de los 70, comenzó la fase industrial y comercial de la salmonicultura en el país, con la instalación de compañías japonesas y holandesas que se suman a las locales. En este contexto es que en 1976 se creó el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA), entidad estatal que fiscaliza la producción acuícola.

A mediados de los 80, la salmonicultura era una industria en expansión, aumentando la presencia de firmas y la producción, junto con transformarse en una fuente de empleo relevante para las regiones del sur. La apuesta fue diversificar las exportaciones del país, para dejar la dependencia excesiva de la venta de cobre, incluyendo programas en sectores frutícolas, vinícolas, madera, silvicultura, pesca y acuicultura. La salmonicultura tuvo un crecimiento vertiginoso pasando de 1,200 toneladas producidas en 1985 a 60,000 toneladas en 1991. Las precarias técnicas de alimentación y limpieza de desechos de los comienzos dieron paso a nuevos procedimientos, profesionales y a la altura de los estándares internacionales.

En los 90 el crecimiento se mantuvo y llevó a la definitiva internacionalización del salmón producido en Chile. La producción mundial se concentró en países como Noruega, Escocia y Chile, con un modelo de acuicultura industrial. Las empresas chilenas se enfocaron en buscar nuevos mercados consumidores, que se sumaron a los principales, Estados Unidos y Japón. La industria tuvo un quiebre en 2007, cuando el virus ISA provocó fuertes cambios: El 60% de los centros de cultivo dejaron de producir y los empleos se vieron afectados.

La institucionalidad reaccionó implementando programas de vigilancia para evitar nuevos brotes, y las empresas se comprometieron en el establecimiento de medidas sanitarias que respeten los estándares internacionales. Una vez superada la crisis, la industria se recuperó. Hoy Chile es el segundo productor mundial de salmón después de Noruega. Actualmente, produce 650 mil toneladas exportando aproximadamente 5.200 millones de dólares.